viernes, 16 de enero de 2015


IRVING PENN


Blanco y negro y estudiada teatralidad. Esos son dos de los principales rasgos del trabajo de Irving Penn (1917-2009), uno de esos hombres que con sus instantáneas ha contribuido a construir el imaginario colectivo del siglo XX.




Licenciado en diseño industrial, pintor de vocación y neoyorquino de adopción, Penn comenzó a trabajar para Vogue USA en los años cuarenta. La cabecera supuso su consagración como fotógrafo y el mejor escaparate desde el que mostrar sus fotografías a las tendencias de la alta costura parisina, sus bodegones y sus retratos de algunos de los personajes más célebres de la historia reciente. Truman Capote, Marlene Dietrich, Marcel Duchamp o Salvador Dalí habitan en nuestras cabezas con la pose y el encuadre con que Penn los capturó.

"Una buena fotografía es aquella que cuenta algo, toca el corazón, y cambia al espectador después de haberla visto" solía relatar.



Auténtico precursor de la fotografía entendida como arte y documento, mezcló vanguardia y moda abriendo el paso a otras figuras como Richard Avedon o Mario Testino y viajó por todo el mundo realizando fotografías, de España a Guinea Ecuatorial. Casado con la modelo y la que sería su musa Lisa Fonsagrives y hermano del cineasta Arthur Penn, Irving se mantuvo fiel a Vogue USA, cabecera con la que colaboró hasta el final de sus días.
                                     

                                     



                                        





































1 comentario:

  1. Irving Penn tiene una fotografía en blanco y negro de una estudiada composición e iluminación, unas sombras muy marcadas y unos conceptos que se relacionan con el personaje retratado, en muchos casos un personaje famoso, bien por ser actor o artista

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